La antigua capilla del Palacio Valeriola fue otro de los espacios escogidos para hacer una intervención y el artista elegido para ello fue Sean Scully (Dublín, 1945). El propio autor visitó la capilla en plena restauración en febrero de 2020 y quedó prendado del encanto de este lugar. Scully propuso realizar una intervención integral en la capilla que incluyera tanto las ventanas de las paredes como los cristales de la cúpula. Una intervención que se completa con una de sus pinturas pertenecientes a la serie Landline, caracterizadas por las franjas horizontales de diversos colores. Unas franjas en las que, en esta ocasión, se pueden ver en la parte inferior unas gotas de pintura roja que recuerdan a la sangre de Cristo, tan presente en la iconografía cristiana. Scully ha llevado todo su universo creativo compuesto por franjas de colores a este espacio contemplativo en el que el visitante puede sentirse dentro de una obra del que quizás sea el pintor abstracto más destacado del panorama artístico contemporáneo.